Ambaixà Mora
Representació teatralitzada del parlament moro per intentar que el cristià abandone el castell.
Les ambaixades de Callosa d’en Sarrià són obra del senyor Modest Mora Picó, mestre d’escola, qui les va escriure en 1861.
En este cas, l’ambaixada mora se celebra el dilluns de festes, a les 17:00, i després d’acorralar als cristians en el seu castell, els moros enviaran un Ambaixador per a instar-los a abandonar la seua lluita. Després de la negativa d’estos, s’entaularà una aferrissada batalla que finalitzarà amb la victòria del ban moro, per la qual cosa la bandera de la mitja lluna ondejarà en la part alta del castell.
Plegaria Mora:
¡ALÁ, gran ALÁ! Tú el poderoso. El único
señor de cielo y tierra; cuya sola mirada el rayo
enciende, cuya potente voz el orbe llena.
Míranos con los ojos con que un día miraste a
Mahoma, el gran profeta, y dadnos el valor que es
necesario para salir airosos en la empresa.
¡Único Alá! No me abandones; nuestras armas
dirige en la pelea y en vez del pendón de los
Cristianos, que en ese castillo el aire orea, pongamos
de Mahoma el estandarte, y nuestra media luna allá se vea.
Más si escrito está que en esta lucha dejemos
en España la existencia, nuestros ojos dirige
compasivo a la invicta ciudad, a la gran Meca y
podamos gozar de las delicias que allá en el paraíso
nos esperan.
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Moro: Ah del Castillo.
Cristiano: Quién llama?
Moro: Un embajador.
Cristiano: Qué quiere?
Moro: Dile a tu Señor que salga.
Cristiano: El que me busca, quién es?
Moro: Yo que traigo una embajada
de mi Señor Alhamar,
insigne Rey de Granada.
Cristiano: Seas bien venido moro,
explícate sin tardanza,
porque comprender no puedo,
de tu venida la causa.
Moro: Voy a decírtelo al punto,
pero escúchame con calma,
pues te interesa muy mucho
meditar mis palabras.
Cristiano: Habla pronto, dinos luego,
que quieres con tu embajada.
(Pausa se acerca al castillo)
Moro: Allá voy, estadme atento,
y atended a lo que digo.
(Pausa)
El victorioso Alhamar,
el Rey de todos querido,
el que conquista las plazas,
con solo decir lo pido.
Ante quien los muros se abren,
a quien se rinden Castillos,
aquel adalid valiente.
Tan generoso y benigno,
que después de vencer,… da
cuanto le pide el vencido.
A quien muchos de vosotros,
en rica cuna nacidos
le tributáis homenaje.
A quien moros beduinos,
marroquíes y otros muchos
por Rey han reconocido,
me envía a vos como jefe,
de estos buenos Callosinos,
para enviaros salud,
Rey generoso Rey digno,
insigne Español valiente,
esforzado y aguerrido,
Mohamed Alhamar, Señor,
es dueño de cuanto ha visto,
y España ya casi toda
esta bajo su dominio.
Solo le resta poner
sus tiendas aquí. … y hoy mismo.
Si no atendéis mis palabras,
si no queréis ser mi amigo
han de asaltar este pueblo
mis alfanjes atrevidos.
Polop, apenas mi gente
acampada cerca ha visto
sin oponer resistencia
al momento se ha rendido.
En La Nucía antes de ayer
ha sucedido lo mismo.
Y vosotros, aunque fuertes,
no seréis tan atrevidos
que intentéis ponerle diques
a mi Rey, a mi caudillo.
El sabe que padecéis.
El conoce que abrumados
por el hambre, estáis ahora
metidos en un conflicto.
Y entre tantas privaciones;
en ese estado tan mísero,
no queréis permanecer
seguro estoy; segurísimo.
Yo os sacaré de miserias;
os daré mi brazo amigo;
os proveeré de riquezas
y de grandes beneficios.
A cambio, dadnos la plaza
y cedednos el castillo.
No queráis ser orgulloso;
que como os tengo ya dicho
es mi Señor Alhamar
tan bondadoso y benigno,
tan afable y tan cortés,
que cuantos le han conocido
les pesa solo aquel tiempo
que por Rey no le han tenido.
A vos Cristiano valiente
ha de suceder lo mismo,
luego disfrutes su trato
y su proceder tan fino.
El os colmará de dones;
respetará a vuestro Cristo;
no impedirá vuestros cultos;
no estorbará vuestros ritos.
Viviréis como queráis
en vuestros propios asilos
nosotros habitaremos
únicamente el Castillo.
El no quiere mas que ser Rey
de España pero digno
del valiente pueblo godo;
y no monarca fementido
solazado entre placeres
y abrumado por los vicios.
Cuanto mas vale Alhamar
que vuestro Rey don Rodrigo.
Si aceptáis pues mis ofertas,
veréis cuantos beneficios
ha de reportar al pueblo
nuestro suave dominio.
(Pausa)
¿Qué mas queréis, español?
¿os parece poco alivio
sacaros de la miseria?
¿tenderos su patrocinio?
No creo que estáis tan ciego
que desconozcáis lo digno
de las palabras, pues ellas
son hijas de mi cariño.
No trato de deslumbraros;
no creáis que, fementido,
os haga tan bellos planes
para después destruirlos.
Lo que digo con la boca
con el corazón lo digo.
No soy falso ni lisonjero;
mis obras son mis testigos.
Y en vista de esto ¿Qué hacéis?
¿Resistir?…. No lo confío;
pero si por el contrario
vuestro carácter altivo
no quiere reconocer
a mi Rey por su caudillo;
si despreciáis con orgullo,
de español mal entendido,
las buenas proposiciones
que en su nombre os hago…….¡oídlo!;
la cólera de Mahoma
se estrellará en vuestros hijos;
vuestras casa, vuestros campos,
todo será destruido,
y vuestras bellas cristianas,
recreo de los moriscos.
No resistáis, dad la plaza
y entregadnos el Castillo.
Imitad a los otros pueblos
que se nos han adherido
sin violencia porque veían
que era inútil resistirnos;
porque veían nuestro Ejercito
formidable y atrevido
y vuestro reino en las manos
del infame Don Rodrigo.
Estáis sin Rey, nada queda
de los tiempos primitivos,
derecho igual que vosotros
tengo yo; pues hace tres siglos
sacasteis a los Romanos,
y este pueblo siempre ha sido
del conquistador mas fuerte
mas valiente y atrevido.
Ha llegado pues mi hora;
conquistasteis y conquisto.
Bien conoces las razones
poderosas que te he dicho.
Resistir es imposible,
es necedad….. desatino;
es querer ponerle diques
a un león embravecido;
es querer buscar la muerte,
desolación y exterminio.
Si Cristiano, Alá permita
que tu corazón de risco
hoy se ablande y tenga lastima
de estos buenos Callosinos.
Mira sus pálidos rostros
en que el hambre estragos hizo,
y si no quieres por ti
hazlo al menos por tus hijos,
Aceptad Alhamar por Rey
y a nosotros por amigos,
(Pausa).
Cristiano: He oído tu embajada,
Y por la Virgen Maria,
que en este lance he tenido
harta paciencia…. Infinita,
¿No has meditado insensato,
tus palabras atrevidas?
¡Miserable! Tu propones Cólera
a la gente Callosina
que cual tímido rebaño
se entregue a vuestra cuchilla?
Mal conoces, Mahometano,
del Español la hidalguía.
Es tan fiel y tan honrado,
que mil veces moriría
antes que entregar su patria
y cometer tal perfidia.
Anda y dile a tu Monarca;
a ese Alhamar que te envía,
que aquí somos Españoles
y un Español no se humilla.
No transige con palabras
las alabanzas le irritan,
y antes que perder su honor
quiere miseria y desdicha.
Tenemos hambre es verdad,
pero ¿qué importa la vida
si ha de estar entre cadenas
aprisionada y rendida?
¿Qué importa morir de hambre
morir de sed o fatiga
con tal que seamos libres
dignos hijos de María?
¿Qué importa que nuestras madres
y nuestra pobre familia
nos partan con sus lamentos
las entrañas cada día?
¿Qué importa que nuestros ancianos
el que la existencia mísera
por inanición termine
mientras mueran sin mancilla?
¿Qué importa a nuestros soldados
caer muertos de fatiga,
con tal que mueran luchando
contra la feroz morisma?
¿Y qué importa a todos juntos
el qué el hambre nos optima,
mientras quede en nuestro pecho
una ráfaga de vida?
Una ráfaga otomano,
tan solamente una chispa,
para poder defendernos
de vuestra raza maldita.
Esto dirás a tu Jefe;
que la Española milicia,
aunque con hambre y miseria
no comete villanías.
Dirasle, que siempre ha sido
arrogante y atrevida;
y humillarse…. nunca… nunca
primero darán la vida.
Has dicho que algunos pueblos
se entregaron a tus filas
por miedo….. sin defenderse,
yo digo que eso es mentira.
Un pecho español no hace
semejante villanía.
Que venga Alhamar: que venga
a presenciar la partida
y aquí vera cual defienden
estos soldados sus vidas;
que venga y conmigo
probara su bizarría,
que aunque débil… tengo aliento
para ahogar su altanería.
Dirasle en fin Mahometano,
que desprecio vuestras iras;
ya vuestros miles alfanjes
que por doquiera
un puñado de Españoles
hambrientos les desafía.
(Pausa)
Moro: ¿Con que desprecias la paz
que mi Señor te convida?
Eres ciego ¡vive Alá!
eres loco en demasía.
Yo bien se porque blasonas
de arrogancia y valentía
pero ¡Ay! Han de salirte
tus esperanzas fallidas.
Esa a quien Virgen llamáis,
de los Remedios María,
sorda ha de estar a tus suplicas,
de su favor desconfía.
Y su hijo que es tu Dios
y tu esperanza y ayuda,
no escuchará tus clamores,
no te salvará la vida.
¿Qué puede el? Necio Cristiano.
¿Qué puede el? ¡Alá me asista!
No pudo librarse el mismo
de morir muerte maldita…
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(Interrumpiéndole)
Cristiano: Basta, basta vil traidor,
calla tu lengua sacrílega,
no blasfemes de ese modo
de la majestad divina.
Calla impío tu torpeza
vas a pagar con la vida.
Trabase la lid al pronto
que ardiendo ya en santa ira,
leo en todos los semblantes
el fuego que les anima.
No hay tregua; guerra a muerte.
Juguemos vida por vida.
Moro: Puesto que quieres la guerra la tendrás
no es culpa mía.
¡Soldados! vuestros alfanjes
no desmerezcan la altiva fama
que han adquirido
desde Jerez a esta villa.
Reluzca el hierro en los aires;
blandid el hacha atrevida,
y haced sentir a Callosa
vuestra impertérrita ira.
No desmaye vuestro brío
ante esa canalla impía.
Sed fuertes, mostraros dignos
descendientes de Ismaelitas.
Valor y muera el Cristiano
¡Guerra a Jesús y María!
Cristiano: ¡A las armas pues Cristianos!
defendernos nuestra villa;
la Virgen de las Injurias
que nos ampare y asista.
Moro.: ¡A las armas Mahometanos!
que no quede uno con vida
¡Mueran los Cristianos!
Cristiano: ¡Viva la Virgen Santísima!